viernes, 17 de octubre de 2014

Me preguntas, Nicolás: ¿Por qué vas a la manifestación del día 8 de noviembre?


Te lo explico, amigo mío:
Voy a ir porque quiero. Así de rotundo. Voy a ir porque deseo ejercer un derecho garantizado por  la constitución a toda la ciudadanía. La carta magna no hace distinciones entre unos derechos democráticos y otros; todos son igual de inalienables. Te digo esto, porque en el pasado las manifestaciones era lo más prohibido y en el subconsciente colectivo aún anidan ciertas reminiscencias; algo así, como si no fuera igual de normal e igual de legal celebrar una manifestación, que celebrar, por ejemplo, un pleno municipal.
Voy a ir, porque deseo poner mi grano de arena en demandar y exigir todas las reivindicaciones que contiene la convocatoria y, de un modo más concreto, las que afectan drásticamente a nuestra tierra, porque después de lo desmantelada que nos la han dejado los gobernantes, ya no sería posible la supervivencia  de la Comarca si, además, nos imponen el fracking, nos mutilan el Parador, los bosques continúan abandonados a su suerte y ardiendo, nos siguen derivando a 450 kms para tratarnos de cáncer y se cierran las escuelas. Sobre semejante exterminio ya no habría Plan Integral posible capaz de invertir la tendencia y levantar cabeza.
Voy a ir también, por respeto a nuestros padres, abuelos y a todos nuestros antepasados, para que  sus anhelos, sus sueños, sus esfuerzos, su legado y en definitiva la historia que ellos construyeron, tenga continuidad  y no quede sepultada para siempre bajo los escombros de los vertederos.
Voy a ir, porque tengo plena conciencia, que si la Comarca se hunde definitivamente, la responsabilidad no será de nuestros ancestros que nos la dejaron viva, ni tampoco será de los que vengan detrás, porque para entonces ya nada será posible si no actuamos ahora; será exclusivamente de quienes estamos aquí cuando el hundimiento está aconteciendo.. Y si la Comarca desaparece sin haber hecho lo indecible por evitarlo, será a nosotros a quienes la historia nos  juzgará por nuestra abulia
Voy a la manifestación también, porque antes de la convocatoria hubo mucho diálogo y mucho esfuerzo entre las plataformas ciudadanas y entre éstas y las fuerzas sindicales para buscar nexos de solidaridad y unidad, que cristalizó felizmente en la convocatoria unitaria conseguida; algo que no era fácil porque no había precedentes y porque se trata de una provincia que tiene dos realidades con problemáticas muy distintas, la parte que ha venido creciendo y desarrollándose al amparo de la expansión de Madrid y la que viene languideciendo y despoblándose dramáticamente. Un logro tan laborioso merece cuidarse, porque supone una herramienta necesaria para esta y otras ocasiones, cuyo apoyo de muchos ayuntamientos y de casi todas las fuerzas políticas a la convocatoria, es otra evidencia más de que se ha elegido un formato acertado que suscita el consenso.
Voy a la manifestación, porque a los acontecimientos relevantes que me importan y que sólo ocurren excepcionalmente, nunca los someto al rigor de mi agenda, como hago con los cotidianos; simplemente les doy  prioridad absoluta y punto.
Y voy a la manifestación, Nicolás, en definitiva, porque encuentro muchas y grandes razones para asistir y ni una sola para quedarme en casa.